Articulación
Fundamentos de la técnica de la flauta de pico
Cómo empieza cada nota define el carácter de nuestra interpretación: eso es la articulación. En la flauta de pico, articular es como hablar: las consonantes dan claridad y forma, mientras que el aire es como cantar —el flujo constante que sostiene el sonido. Si te fijas al hablar, verás que tu aire es más o menos continuo; lo que cambia son la lengua y los labios. Lo mismo ocurre al tocar.
Articulación y aire
Imagina el aire como un río ancho y la lengua como una barca ligera que flota sobre él. Si el río se seca, la barca se queda atascada. Sin apoyo continuo, la lengua se vuelve pesada y lenta.
Mantén el apoyo del aire entre nota y nota, incluso en staccato. No cortes ni reinicies el aire en cada nota: deja que sea la lengua la que separe. Un buen ejercicio es ligar primero una frase y después añadir las articulaciones. Si la versión ligada suena fluida y sostenida, la articulada será más ligera y natural.
Dentro de la boca
La lengua descansa relajada; solo la punta trabaja. La base de la lengua debe mantenerse compacta, no demasiado baja. Una buena referencia es la u francesa (como en lune), que recoge la lengua de forma natural. Si no conoces este sonido, empieza desde una “i” y deja que los labios se acerquen hacia una “u” francesa (como si silbaras). De este modo las mejillas se estrechan suavemente, mientras la mandíbula permanece neutra y estable.
La mandíbula no debe masticar ni moverse con cada articulación. Si tienes dudas, mírate en un espejo: también sirve para comprobar que la respiración está baja (el pecho no se mueve).
Dónde tocar
La articulación se hace justo detrás de los incisivos superiores, donde el paladar aún es bajo. Como cada lengua es distinta, conviene pensar en un rango pequeño: desde inmediatamente detrás de los dientes hasta el punto donde el paladar empieza a elevarse. Más atrás no es práctico: resulta incómodo y el sonido se apaga. La punta de la lengua debe encontrar el camino más corto y natural hacia el paladar.
Ligado, portato, staccato
Ligado (legato): un flujo continuo de aire, sin lengua entre notas. Ideal para trabajar el aire y detectar irregularidades en los dedos.
Staccato: notas muy cortas y claras, con el aire siempre activo. Imagina un “Tu(t)” rápido y silencioso, donde la (t) apenas se siente.
Portato / non-legato: todo lo intermedio, desde notas casi ligadas pero articuladas hasta ataques más amplios y suaves.
Articulación simple
T: cierra brevemente el aire con la punta de la lengua, justo detrás de los dientes. Es clara y precisa, sin ser explosiva.
D: ojo aquí —no es la D española que toca los dientes, sino una D colocada en la zona de la R, detrás de los dientes pero sin llegar a tocarlos. Así interrumpe un poco el aire sin cortarlo del todo, produciendo un ataque suave pero definido.
Di(d): en las notas graves, la T puede resultar demasiado dura y hacer que salte la octava. Di(d) es más blando pero separa bien; también es útil en pasajes donde queremos un detaché suave.
R: aún más blanda que la D, porque usa una zona más pequeña de la lengua.
L: la más suave de todas. El aire pasa por los lados de la lengua, sin cortar el flujo. Ideal para el trémolo del siglo XVII, un efecto vibrato ornamental en una sola nota.
¿Lengua ruidosa?
A veces aparecen clics o golpecitos. Suelen deberse a demasiada presión contra el paladar o a usar demasiada masa de lengua. Pero también pueden intervenir otros factores:
La vocal: con la “u” española la base de la lengua forma un cuenco que favorece el ruido. Con una vocal más adelantada, como la “i” o la u francesa, la lengua se mantiene compacta.
La raíz de la lengua: si la base (en la garganta) está tensa, la punta se vuelve pesada y ruidosa.
La embocadura: si las mejillas están demasiado flojas, los lados de la lengua “bailan”. Una forma de silbido, con las mejillas ligeramente activas hacia la flauta, da estabilidad. No se trata de la tensión de la flauta travesera, sino de un enfoque sutil propio de la flauta de pico.
En resumen:
Mantén mandíbula, garganta y la mayor parte de la lengua relajadas.
Imagina la pata de un gato que toca el agua y la retira al instante: el impulso va hacia atrás, no contra el paladar.
Deja que el aire haga el trabajo; la lengua solo marca el inicio.
Efectos contemporáneos
En el repertorio moderno a veces se piden técnicas extendidas:
Frullato (flatterzunge): un rrrrrr rodado mientras suena la nota, hecho con la lengua o con la garganta según tu lengua materna.
Slap-tongue: una T muy fuerte con la garganta cerrada, que produce un “pop” percusivo. En notas largas, abre la garganta después del golpe.
Articulación doble
Teke / Dege
Alterna la punta (T/D/R) con la parte posterior (K/G). Teke es la más firme; dege la más suave. Intenta llevar K/G lo más adelante posible —no en la garganta, sino cerca de las muelas. La boca se mantiene suelta, la lengua flota en el aire, y todo parece ocurrir más hacia delante.
Lere / Did’l
Estas combinan dos posiciones distintas de la lengua. Lere deja pasar el aire por los lados; did’l añade una superficie un poco más amplia detrás de la D. Prueba a cantar di–d’l para notar la diferencia. Cantar te obliga a usar el mismo aire que luego necesitarás en la flauta.
Regla general: la articulación doble exige un aire aún más estable que la simple. Primero el apoyo, después la velocidad.
Cómo practicar la articulación doble
La memoria muscular necesita tiempo, así que empieza despacio y con plena conciencia. Esta rutina funciona primero con teke/degue, y luego con lere/did’l:
Una sola nota, muy lenta y rítmica.
Ocho golpes en una nota, y el noveno cambia.
Cuatro golpes en una nota, y el quinto cambia.
Dos golpes en una nota, y el tercero cambia.
Combina 8–4–2 golpes por nota en una escala ascendente y descendente.
Escalas de 3 notas (do–re–mi, mi–re–do) con tekete o degede.
Encadena esos patrones de 3 notas.
Escalas de 5 notas (do–re–mi–fa–sol) y de 9 notas (do–re–mi–fa–sol–la–si–do–re).
Practica arpegios.
Extrae pasajes de obras reales.
Un truco útil: practicar al revés (kete/gede) para reforzar la sílaba débil y mejorar el ritmo. También en tresillos: tekete keteke / deguede guedegue.
Cómo elegir las articulaciones en la música
Estas son pautas básicas; después, todo dependerá del estilo y el carácter de la pieza:
T: notas repetidas (Di(d) en graves) y saltos (3ªs, 4ªs o más).
D/R: movimiento conjunto, como en escalas.
3ªs: pueden ir con T o D/R según el fraseo.
Fraseo antes que compás: si la última nota de una escala cae en tiempo fuerte, inclúyela en la cadena de D (T-d-d-d-D / T-r-r-r-R).
Ritmos con puntillo: normalmente ti-Di, ti-Di (o ti-Ri). Piensa en un aire jazzístico.
Barroco francés (inégalité): las segundas se articulan ti ti-Di tu-Di tu-Di (o ti ti-Ri ti-Ri ti-Ri). El ti en los tiempos débiles, el Di/Ri en los fuertes. No es swing real, sino una ligera irregularidad elegante.
Para seguir practicando
Un recurso magnífico es The Complete Articulator de Kees Boeke. Yo suelo tocar la Parte II en Fa mayor cada día, pero puedes usarlo como prefieras. Una vez aprendido de memoria, se convierte en un calentamiento diario excelente.